jueves, 27 de junio de 2013

Carlos Guillermo Navarro

Carlos Guillermo Navarro es un escritor de altura. Nace en Utrera (Sevilla) y se establece en Málaga en 1970 una vez terminada la licenciatura de Derecho. Funda en 1972 el grupo de teatro “Cascao”. En 1977 se editan diez relatos  bajo el título de Crónicas narradas. En 1999 se publica su novela El toque de rebato, exponente de la sociedad del siglo XX que nos da testimonio de los comportamientos humanos en una ciudad de provincia. En 2002 se edita su segunda novela Por las rutas de los mares, recorrido por la vida de un hombre con gran visión de futuro para sus parientes y que acaba en la soledad y el abandono, y que Antonio Garrido Moraga tituló la presentación y el artículo crítico como Elogio del naufragio. En 2006 publica su tercera novela Apuntes de una crónica negra, calificada, también por Antonio Garrido, como una “crónica del poder y del fracaso”, y donde además afirmaba que “es pura novela policíaca, donde el autor tiene estilo propio, que es la manera de ordenar la materia, de inventar la historia, de crear los personajes y las situaciones, de dosificar las sorpresas”. Por último, en 2009 reedita su libro “Crónicas narradas”, por el Ateneo de Málaga (Colección laberinto), en el que se amplía el número de relatos publicados en 1977. El paraíso de las flores marchitas, editada en Guadalturia, es su cuarta novela publicada, y aspira a ser una de las obras más relevantes del panorama literario actual. 


EL PARAÍSO DE LAS FLORES MARCHITAS



Se desenvuelve la novela por las relaciones entre un hombre y una mujer en el marco de toda una vida, donde la idea central surge del hecho real de una información periodística basada en una identidad equivocada, y donde se introducen a su vez elementos para conducir la historia por pasajes cotidianos, que nos lleva a momentos de locura y perturbación.

La exposición novelística se condensa en páginas precisas, haciendo que la novela sin excesiva extensión, pese como un tratado inmenso. Se trata en ella de manera argumental, de las exaltaciones amorosas, de la monotonía en el matrimonio, de las situaciones diferenciadoras en las separaciones, de las obsesiones persecutorias, de las frustraciones, del lesbianismo, de los celos, de la soledad, de las alteraciones en la pareja, donde todo se planifica y conjuga, de forma más que aceptable, acorde con las situaciones por las que deambulan sus integrantes.

Su sugestiva estructura por los cambios verbales de personas, la unidad de la misma, la adecuada interrelación de los personajes y el creciente interés que se sufre por los cambios sobrevenidos en el avance de su lectura, permiten que sea primordial para la claridad del contenido. No hay visión individual, personal, estrechez de miras, sino generalizada, que cuadra con la identificación que algunos hagan de la historia.

Amante del mundo de las apariencias, el Autor nos introduce por los caminos donde la personalidad externa nos separa de las ocultaciones que perviven en la mente y que desdobla su comportamiento. Teoría relatada por Stevenson sobre el bien y el mal. Pero en este caso, las fórmulas químicas no existen, solo las circunstancias, el entorno y los caracteres, que se traducen en imprevisibles modificaciones en los personajes, dando un sincero testimonio vital, que nos lleva de actuaciones normales a otras dañinas.

La violencia de género no es un número estadístico televisivo, sino que se convierte en una zona opaca individual abierta a la reflexión sobre las personas que se retratan en esta historia, siendo una de las tantas perspectivas desde la que se puede enfocar.

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